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De la Destroza a el Rompimiento: Encontrar la Luz en la Oscuridad

Actualizado: 4 jun

La vida tiene una manera de llevarnos a momentos que se sienten como el final del camino, cuando el peso es demasiado pesado, el dolor demasiado profundo y la esperanza demasiado tenue. Pero en las manos de Dios, lo que se siente como un colapso puede convertirse en el mismo lugar donde Él puede comenzar a obrar y trae un gran avance.

Cuando las fuerzas fallan, Dios sostiene

"Todo mi ser se consume, pero Dios es mi herencia eterna y el que sostiene mi corazón".

(Salmos 73:26.)

Habrá momentos en los que te sientas agotado, física, emocional y espiritualmente. Y eso está bien. Dios nunca nos pidió que lo lleváramos todo por nuestra cuenta. Cuando nuestras fuerzas fallan, Su gracia se vuelve más que suficiente. Cuando somos débiles, Él se muestra fuerte.

Levántate y resplandece: Todavía estás llamado

"Levántate, Jerusalén, envuelta en resplandor, porque ha llegado tu luz y la gloria del Señor brilla sobre ti. La oscuridad cubre la tierra, la noche envuelve a las naciones, pero el Señor brillará sobre ti y sobre ti aparecerá su gloria". (Isaías 60:1–2)

El mundo se está volviendo más oscuro. Pero el llamado del Señor sigue siendo el mismo: Levántate y resplandece. No porque te sientas listo o porque todo sea perfecto, sino porque Su luz ya está dentro de ti. Tu dolor no te ha descalificado de tu propósito. De hecho, puede estar preparándote para brillar aún más.

Dios sigue en el trono

" ¡Dios es el Rey de las naciones!¡Dios está sentado en su santo trono!" (Salmos 47:8.)

Incluso en el caos, Dios no se confunde. Incluso en el dolor, Él no está ausente. Él reina por encima de toda circunstancia, y nada, nada, está fuera de Su alcance. Cuando no sepas qué hacer, confía en que Él lo sabe. Él te ve, te oye y dispone todas las cosas para tu bien (Romanos 8:28).

El colapso podría ser solo el comienzo

A veces, lo que parece el final es simplemente el comienzo de algo nuevo. Una semilla se rompe antes de crecer. Un corazón puede romperse antes de ser rehecho. Dios es el Maestro Alfarero (Jeremías 18:1-6), y Él nunca desperdicia el dolor, nunca desperdicia las temporadas de tormentas, nunca desperdicia la tragedia y la tribulación.

Una oración para aquellos que se sienten destrozados

Padre Celestial,

Tú eres nuestro refugio y fortaleza, una ayuda siempre presente en los problemas. Por cada persona que se sienta cansada, desanimada o quebrantada, recuérdales que Tú estás cerca. Cuando nuestros corazones desfallezcan, sé la fuerza de nuestros corazones. Cuando el mundo se oscurezca, ayúdanos a levantarnos y brillar con Tu luz. Transforma nuestros colapsos en avances, y nuestro dolor y tristeza en propósito. Que tu gloria se levante sobre nosotros, y recordemos: Tú aún reinas. Abrázanos fuerte, restaura lo que se ha perdido y renueva nuestras fuerzas día a día. Confiamos en que continúes guiándonos y mostrándonos el camino a través de tu perfecta voluntad y propósito.

En el nombre de Jesús, Amén.


*Además, no olvide compartir estos recursos con otras personas que puedan ser bendecidas por ellos



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